Soy Carolina Sagredo. Actriz, directora de teatro y fundadora de Corealina.
Si pudieras tocar mi historia, sería la piel. Guarda lo vivido, lo sentido, lo aprendido. Me protege, me exponen, me recuerda. Es diálogo, identidad, testimonio.
Mi mamá me enseñó que el amor es presencia, que la determinación no nace de la fuerza, sino del coraje de avanzar sin certezas. Sus caricias fueron mi primer lenguaje, la forma más pura de cuidado. A flor de piel, me mostró que el amor verdadero está en los gestos simples, en aquello que deja huella sin intención de hacerlo, en lo que permanece sin exigir reconocimiento, en lo que nos transforma sin que nos demos cuenta.
Corealina nació de esa enseñanza: cuidar no es solo proteger, sino reconocer, escuchar, honrar. Por eso elegí cada producto con paciencia y con intención. No para embellecer ni persuadir, sino para crear un refugio. Un espacio donde la piel, como los recuerdos más íntimos, se reconoce en su verdad y abraza su historia.
Nunca imaginé que construir Corealina sería escribir una nueva obra. Pero aquí estoy, trazando cada capítulo con el mismo respeto con el que se toca la piel de quien se ama.
Y hoy, cuando veo cómo Corealina acompaña, transforma, cuida, sé que este camino ha válido la pena. Porque cuidar es también recordar, es honrar, es permanecer. Es la certeza de que estamos aquí y merecemos lo que nos honra.

La piel, tu escena
Carolina Sagredo